lunes, 18 de noviembre de 2013

El amor ciego seduce con canto viril, después en forma violenta te lanza inmisericorde al abismo y devora, porque no aprendió a perdonar. Muerde la carne y bebe la sangre, humilla y golpea, neutraliza con la palabra luego. Te deja siendo y sintiéndote menos que el paño donde se limpian los pies. Convierte los lugares románticos en sitios de tortuoso recuerdo; cae en el corazón como cuchillos de hielo, traspasando el alma hasta la muerte. Deja sabor amargo en los labios y marcas imborrables en el corazón; incapacita para volver a amar, volver a empezar; sin dejar de ser sutil, sin dejar de ser villano. Cuidado con ese amor ciego, engañoso que al final no sabes en qué se convertirá, si en luz de aurora o cruel oscuridad............















































 




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